La Décima Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago acogió un recurso de nulidad presentado por la empresa Levaduras Collico S.A., dejando sin efecto la sentencia de primera instancia que había calificado como indebido el despido de un trabajador, pese a la infracción comprobada de normas de seguridad.
Antecedentes del caso
El trabajador fue despedido tras operar un apilador eléctrico “de frente y con carga en altura”, lo que provocó un accidente con otro colaborador. Esta conducta estaba expresamente prohibida por el Reglamento Interno de Higiene y Seguridad de la empresa, el cual exigía realizar estas maniobras en reversa cuando se vea comprometida la visibilidad.
A pesar de contar con prueba videográfica, testigos y una carta de despido debidamente fundamentada, el Primer Juzgado de Letras del Trabajo de Santiago acogió parcialmente la demanda, ordenando el pago de indemnizaciones por despido indebido. El tribunal estimó que no se acreditó una conducta temeraria ni una falta de capacitación adecuada por parte del empleador.
Decisión de la Corte
La Corte de Apelaciones estimó que el fallo de primera instancia transgredió las reglas de la sana crítica, en particular el principio lógico de derivación, al no conectar adecuadamente las pruebas con la conclusión alcanzada. Según la Corte, la jueza valoró correctamente que el trabajador actuó en contra de lo indicado en el reglamento, pero luego desvió el análisis hacia consideraciones no incluidas en la carta de despido, como la temeridad o la capacitación.
De esta manera, la Corte acogió el recurso de nulidad y dictó sentencia de reemplazo, validando el despido por falta grave conforme al artículo 160 N° 5 del Código del Trabajo.
Reflexiones
Este fallo reafirma la importancia de:
- Contar con reglamentos internos claros, conocidos y firmados por los trabajadores.
- Redactar cartas de despido precisas, que se enfoquen exclusivamente en los hechos imputados.
- Respetar las normas de seguridad laboral, tanto por parte de los trabajadores como de la empresa, ya que su incumplimiento puede constituir una causal legal de despido justificado.
Una gestión disciplinaria adecuada no solo es legalmente exigible, sino clave para proteger a toda la organización.